Las moscas no son tan tontas

Ayer me encontré en la edición digital del periódico El País un artículo interesante. Tal vez no aporte nada nuevo a tu actual forma de vivir, pero al menos te dará algo de qué conversar durante unos minutos, cuando estés en blanco. Resulta que el cerebro de las moscas es mucho más sofisticado de lo que pensábamos, por eso cuesta tanto atraparlas.

Eso es lo que han determinado unos investigadores de Instituto de Tecnología de California, tras observar y analizar el comportamiento de las moscas ante las amenazas. Estos molestos insectos voladores tienen un ángulo de visión de casi 360º, es decir, que ven prácticamente todo a su alrededor, y no sólo de frente como hacemos los humanos.

La mosca, al ver y sentir la amenaza (véase un matamos- cas) dirigiéndose hacia ella, su cerebro calcula instantánea- mente una combinación perfec- ta para escapar, teniendo en cuenta dónde está situada, en qué postura está, de dónde viene la amenaza y dónde está el terreno seguro. Con todo eso en mente, da el salto adecuado para empezar a volar en alguna de las vías libres que dejes. Y, como habrás observado cazando moscas, es todo instantáneo. Y nosotros que pensábamos que eran tontas, resulta que se ha demostrado con esto que su cerebro y todo su sistema nervioso está enormemente desarrollado.

El truco para estropearles la estrategia es pillarlas muy atontadas (insecticidas) o ser tú lo suficientemente rápido y calculador para atacar en una dirección y, acto seguido, en cuanto la mosca emprenda el vuelo, atacar desde otro ángulo para pillarla desprevenida. Vamos, que no es tan fácil como parece.

Lo dicho, curioso pero inútil. ¡Saludos!