Esto no se trata de una discusión teórica sobre el conflicto evolucionismo contra el creacionismo, si no de
la suerte que tenemos por saber que la raza humana se quedará sin genes de la gente estúpida. Como sabéis, el creacionismo defiende, a grandes rasgos, que todo lo que existe surgió de la nada por intervención divina; mientras que el
evolucionismo sigue las teorías de Darwin y compañía afirmando que desde que existe vida sobre la Tierra hemos ido evolucionando y adaptándonos mejor a lo que nos rodea, mediante un proceso llamado selección natural que consiste en que
"sólo los mejores adaptados sobreviven". Básicamente, Darwin fue el primero en decir que
el ser humano desciende del mono, afirmación que le costó la burla de todo el mundo por ser una teoría ridícula en el católico siglo XIX. Hoy sabemos que esto es verdad, por mucha polémica que esté causando en ciertos estados de Estados Unidos en los que la religión aún tiene mucha importancia social y política.
Pero estamos aquí para hablar de los llamados Premios Darwin, galardones que se da a ciertas personas que, por suerte para la humanidad, no podrán dejar descendencia. El primer registro de este premio se remonta al año 1985, por un incidente relacionado con una muerte ocasionada por una máquina de escribir. Desde entonces, y sobre todo en los últimos años de la era de las telecomunicaciones, ha cobrado cierto interés popular. Las condiciones para ganar un premio Darwin son cinco: Incapacidad de crear descendencia (por estar muerto o estéril), Excelencia (increíble lógica que no puede funcionar nunca), Auto-selección (la persona ha conseguido por méritos propios no poder dejar descendencia), Madurez (en plenas facultades mentales y físicas) y Veracidad (no valen leyendas urbanas, el hecho tiene que estar corroborado).
Muchos ejemplos de este curioso galardón circulan por multitud de sitios web. Alguno de ellos es el de un terrorista que
mandó por correo una carta bomba, pero por un error de facturación la carta fue devuelta al domicilio. El individuo, intrigado por el contenido del sobre, murió por esparcimiento de extremidades al abrirla. Otro caso es el de un hombre que murió
aplastado por una máquina expendedora de bebidas, intentando robar una botella. El informe policial determinó que el individuo tenía cerca de 30 dólares en la cartera. Un estudiante ruso quería reparar un
equipo de submarinismo, con tan mala suerte que al ponerse la mascarilla de oxígeno simplemente se asfixió.
Algunos de los premiados este pasado 2007 eran una pareja de Carolina del Sur que aparecieron muertos y desnudos en la calle, sin síntomas aparentes de nada raro. Después se encontró la ropa de la pareja en la azotea de un edificio cercano. Se ve que se dejaron llevar por la pasión, empezaron a rodar tejado abajo y... Otro caso, esta vez en Texas, relata la muerte de un hombre que como no podía ingerir alcohol decidió introducírselo mediante un enema por vía rectal. Cuando se fue a dormir, su cuerpo siguió absorviendo alcohol. Y no, nunca llegó a despertar. En la República Checa se cuenta cómo un grupo de ladrones estaban robando vigas de acero en una fábrica abandonada, con la mala suerte de escoger la viga central del edificio. Y la fuerza de la gravedad, que es muy caprichosa, provocó la caída del tejado de la fábrica acabando con la vida de dos de ellos e hiriendo a otros tres.
Así que ya sabéis:
si vais a morir, al menos hacedlo con estilo. Mientras tanto, podéis visitar la
página web oficial de los premios, en inglés, o bajaros
la película basada en estos premios.