Premios Ig Nobel

Sé que cada día que pasáis entrando a mi blog y sin ver una nueva entrada os dan ganas de arrancaros los pelos púbicos a tirones, pero los exámenes quitan mucho tiempo, así que si queréis podéis poner bombas en lugares aleatorios, en plan para relajaros.

Novedad. A partir de esta entrada, en cada nueva introduciré un clip de audio a mi elección que obviamente recomiendo escuchar. Puede que no vaya a estar en todas las entradas, si no aparece es porque simplemente me he olvidado.


Hoy hablemos de premios Nobel. Perdón, premios Ig Nobel. Al pronunciarlo en inglés, suena igual que "innoble", de ahí que sean parodias de los prestigiosos premios de las ciencias y las letras. Otorgados en la universidad de Harvard. Desde 1991, estos premios se encargan de recompensar como merecen a investigadores aburridos que estudian cosas estúpidas. Algunos ejemplos de los premios concedidos en 2006, son los siguientes:

Ornitología, a tres paisanos por investigar que los pájaros carpinteros no sufren dolor de cabeza. Paz, por inventar un tono de llamada para teléfonos móviles sólo audible por adolescentes y no adultos. Medicina, por descubrir que el hipo se puede curar con un masaje rectal dactilar. O el de Física, al investigar por qué los espaguetis secos tienden a quebrarse en más de dos pedazos. El de Química, como no, a dos españoles por su estudio titulado "Velocidad ultrasónica en el queso cheddar afectada por la temperatura".

Como veis, son puras tonterías. Pero oye, si te premian por cosas de estas... Algunos de los premios más estrafalarios entregados en sus quince años de historia, son, por ejemplo, el premio 2002 a la Investigación Interdisciplinaria por realizar un estudio sobre por qué por las noches aparece una pelusilla en el ombligo de algunos hombres. En 2001 se entregó el Ig Nobel de Física a un científico que estudió por qué las cortinas de ducha ondean para dentro, o en el mismo año de Tecnología, a la oficina de patentes australiana que patentó en 2001 la rueda (sí, la rueda). En el 2001 se concedió el Ig Nobel de Física a los hombres que consiguieron hacer levitar con imanes a una rana y un luchador de sumo, el de Informática a un programador que hizo un programa que detectaba si un gato estaba andando por el teclado, y el de Paz fue entregado a la Marina Británica por conseguir que sus soldados gritasen "Bang!" en vez de disparar sus cañones.

En el 1999 se entregó el Ig Nobel de Paz a un señoruco que inventó un sistema anti-robo de coches basado en un circuito de detección, una alarma y un lanzallamas. En el 97 se concedió el de Astronomía a un hombre que documentó la existencia de edificios de diez millas de altura en la cara oculta de la Luna. Tres japoneses fueron galardonados con el de Psicología en el 95 por conseguir que un grupo de palomas distinguiesen los cuadros de Picasso con los de Monet.

En fin, estos son unos pequeños ejemplos de los límites del aburrimiento humano. A ver si me dan uno a mí este año por "la catalogalización y publicación de los premios Ig Noble más absurdos de la historia".

Esta tarde de vuelta a Oviedo. A saber cuándo reapareceré.